Hace poco nos casamos, mi marido y yo tuvimos una ceremonia hermosa donde hubieron lágrimas de felicidad, risas y bellos momentos aunque mi papi me estaba mirando raro creo que sabía que esa noche me la iba a dar duro por el culo, pero el fuego de la pasión todavía no se apaga y creo que tiene para largo tiempo, mi marido me hace la cucharita cuando estamos durmiendo, me hace sentir muy bien porque siento cariño y cuando se excita puedo sentir también la tremenda pichula que está queriendo perforar su ropa para atravesarme aunque la otra noche el weon no se aguantó más y me tomó por sorpresa empujándome toda la verga, no me dio tiempo ni de gritar y quedé algo absorta por esa penetrada, luego volví en mí y aguanté como buena perra!

Una tierna cucharita desembocó en una brutal culiada, mi marido no se aguantó

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