Soy médico y mi esposa tetona me espera con la chuchita lista

Me arriesgo mucho pero mi juramento hipocrático es palabra de honor para mí y estoy siempre en el frente de batalla para que todos se curen de este bicho que nos ha azotado sin clemencia, pero pasar turnos interminables en el hospital hacen que eche de menos demasiado a mi esposa, ella también está empezando a sentir esa ausencia, tengo poco descanso, pero cuando regreso a casa la mina me espera así, con la chucha peluda como me gusta y lista para complacerme.

Ella es hermosa totalmente, no hay algo que me guste más o menos de ella, pero tengo que decir que cuando pone sus tetas en mi cara y sus pezones los tengo en mi boca es una experiencia tan rica que me motiva a continuar, ya todo pasará y le podré dar pico cuando quiera a mi esposa, lo merece por comprensiva.