Hace unos días mis amigos organizaron un carrete en la casa de uno de ellos un un departamento muy bonito en Santiago, fui con mi pololo y desde antes de ir me estaba pidiendo un rapidito, pero no quise, resulta que todos terminamos tan borrachos que me quedé dormida en una de las mesas boca abajo y el weon aprovechó para bajarme el pantalón, me la metió suavemente pero con firmeza por mi delicado culito y el maldito no tuvo piedad, me la metió hasta que se corrió en mis cachetes, nadie se dio cuenta pero como castigo no se la he chupado por una semana.