Me encanta el poto de esta maraca, tiene un aroma a puta y a flores silvestres en una combinación bacán, pero nunca habíamos hecho esta pose del 69 o sea para que la mina me chupe el pico y yo le chupe la vulva de su vagina, le dije que deberíamos intentarlo para alcanzar un placer supremo pero la weona nunca toma las cosas con la seriedad del caso y cuando ya estábamos en pose inversa al otro ella vio que tenía una erección impresionante y lo que hizo fue golpearme los cocos! Mierda esa wea sí duele pero aguanté porque la dureza de mi pichula servía también como una coraza pero igual dolía, traté de morderle el choro en venganza pero no pude, luego ya sí me hizo un mamón respectivo.