No la conocí en el Starbucks pero la mina sigue trabajando en ese lugar, no me gusta el café pero por ella estuve poniéndome los nervios terribles con tal de verla y echarle labia a ver si de una vez nos metíamos una rica cacha, creo que la espera finalmente me trajo sus frutos, a la gordita la llevé primero al cine y estuve a punto de preguntarle si quería pololear conmigo pero mejor preferí esperar, lo que no pudo esperar fue nuestras ganas de tirar, su poto es una cosa hermosa y meter el pico en sus ricas nalgas fue una delicia aunque tener la verga en su boca fue una cosa bien rica, todo en la gordita es una maravilla!