No sé qué pasó ese día porque estábamos muy cariñosos, mi marido siempre había sido amoroso conmigo aunque sí antes me había lanzado fuertes palmadas en las nalgas, pero esta vez creo que se enojó porque le dije que no le mamaría el pico si no se depilaba el vello púbico, se ofendió y mientras nos tocábamos me agarró del cabello y con fuerza me obligó a mamarle la verga, al principio me asusté pero luego cuando me empezó a sodomizar por el culo me entregué totalmente, dolió como la chucha pero luego entendí por qué el sexo anal es tan rico cuando se hace con fuerza, el weon parecía una máquina de culiar.