Siempre hay que poner disciplina cuando la juventud anda medio descarriada y justamente eso es lo que les pasa a estas dos rubias, petites las dos, o sea menuditas, flaquitas pero suculentas weones, pero algo habrán hecho para estar en la oficina del director, el weon ya no sabe qué hacer para encaminar por el sendero del bien a estas dos maracas, no sabemos qué pasó por su cabeza en ese momento pero al ver tan hermosas a las dos pues sacó el pico y se las culeó a ver si de esa forma aprenden a acatar las normas estudiantiles, ese largo y grueso palo se lo tuvieron que comer y con leche incluida para asegurarse de que las dos entendieran el mensaje que después de todo es por su bien.